martes, 24 de noviembre de 2015

Jamás será un orgullo ser un trabajador ejemplar.

Leí por ahí de unos anarquista en Temuco, que trabajar por obligación siempre será morir un poco día a día. Saludar por obligación, obedecer a personas que tienen menos valor que un perro o que están en la misma vorágine de obligación, apretujarse y angustiarse en la espera del transporte público, ver el sueldo mísero a fin de mes... que todo eso era morir un poco, día a día.

Trabajar es enriquecer a otros dice Bukowski, pero no solo el tiempo y la acción son necesarias, sino también que agradezcas por esa oportunidad, que te comprometas con esa verdad. Sino hasta te pueden llegar a despedir. Y es que trabajar, decía ese mismo comunicado de los anarquistas es perder momentos de amor, de placer, de ocio y creatividad, de olvidar que las mañanas pueden ser distintas. Jamás sería un orgullo ser un trabajador ejemplar*.

"Habilidades blandas" les llaman algunos, otros les llaman "Inteligencia Emocional". Flexible, tolerante, que sepa trabajar en equipo, capacidad de negociación y adaptación al cambio, seguridad personal, optimización del tiempo, responsabilidad, ética profesional, creatividad y hasta espíritu de servicio, son las formas elegantes de llamar a la muerte día a día.

No solo se conforman con tu fuerza de trabajo físico, tu cuerpo ingresado en cierto horario para sacarle el plusvalor como decía Marx. Ahora requieren de ti la fuerza psicológica y emocional. Necesitan informarla bajo los preceptos empresariales desde la más tierna edad.

No vaya a ser que tengamos profesores críticos al sistema que hablen en contra de la Teletón y la Democracia Representativa, arquitectos que se preocupen demasiado de la gente y no de los costos, médicos que no entiendan que los pacientes son muchos y pocos los minutos, oficinistas que se sienten solos por vivir encerrados en un cubículo, obreros que necesiten el saludo del resto, un buen sueldo, trato digno y varios derechos laborales para ser felices.

"El compromiso y su felicidad dependen de usted. Limpie su lugar de trabajo, si faltan materiales arrégleselas; sino le alcanza el sueldo apriétese el cinturón, son tiempos difíciles; si se siente cansado es que está haciendo las cosas mal, preocúpese más por el trabajo, usted puede hacerlo. De usted depende que saquemos esta empresa adelante, confiamos en su capacidad"... sería el "speech", el discurso bonito, preparado desde la "gestión" empresarial. La "administración" era menos eficiente porque solo deseaba el trabajo realizado. Ahora eso no es suficiente.

Trabajamos por objetivos tan válidos como la libertad, la educación de los niños que son el futuro, la eficiencia, la información, la limpieza, la entretención y el respeto de los Derechos Humanos que obviamente nos entregamos felices a estas nobles metas. Para mí son formas elegantes de ocultarnos que esa libertad, esa educación, esa eficiencia, esa información y esa entretención son las formas de cultivar la auto reproducción del sistema, de ver como "natural" lo que se nos está imponiendo, que la coacción y el convencimiento voluntario pasen piolas.

La legitimación solo se da cuando el discurso puede autolegitimarse sin concentrarse en ciertas personas, pues tampoco es un atributo como la riqueza o los bienes. Tiene una extensa forma de gamas, de expresiones. La sociedad panóptica de la supervigilancia. A partir de esto en el funcionamiento del poder, todos somos víctimas y victimarios; una lastimosa situación ambivalente. Quiero viajar pero quiero tener casa. Quiero crear pero me gusta comprar. Escribo en contra del trabajo pero me preocupo porque mañana tendré sueño en el mismo. Mañana el sueño lo intentaré sentir como efectos de la rebelión...

 La mejor de las formas de legitimación, dice Foucault, es la educación formal. Ahí estoy. Dócil proviene de la palabra docilis (enseñable). En eso transformo a mis niños día a día. En esa labor me suicidio día a día**.

*Me acuerdo el año pasado cuando dieron premios a los profesores por su trabajo en el año académico. Yo me gané el de hacer clases motivadoras, innovadoras y entretenidas. Me acuerdo había uno por ser comprometido. También me acuerdo de haber suspirado agradecido por no haberme ganado ese último.

** También revivo, me revitalizo y construyo contra golpes. Pero esa es otra entrada.


domingo, 1 de noviembre de 2015

Defectos.

En un juego de yenga de una "célula cristiana no religiosa", el que perdía tenía que contestar una pregunta del jarrito. La pregunta del papelito decía ¿Cuáles son tus tres mayores defectos?

- Mentiroso. Alcohólico. Soberbio (ególatra, no orgulloso).

Mi seguridad al decirlo fue tal, que no solo quedó en silencio el resto. Sino que yo mismo oí el eco mudo de las miradas rebotando dentro de mi corazón (cliché) ¿Soy así? ¿Realmente soy así? La negativa no vino desde mis entrañas, ni desde mi cerebro y menos de las bocas expectantes esperando soltarse a la matiz de una "sí, fue una broma". De hecho, nunca llegó. Cada vuelta, cada reflexión, cada recuerdo de vida se acoplaba perfectamente al significado de aquellas tres palabras.

Mientras más palpable estuvo para mí el camino rodeado de infierno por el cruzaba y crucé, tuvieron que conformarse con aceptar la distancia impuesta. Sí, soy una mala persona que no tiene miedo de decirlo y, lo mejor, ni siquiera tienen la confianza de que en realidad les importe, de preguntarse si verdaderamente pueden intervenir, de ayudar y demostrar su cristianismo más allá de su propio testimonio. Porque no saben nada. No saben que siendo mentiroso, alcohólico y soberbio se puede vivir más que feliz, sin que nadie se de por enterado y si se enteran, es mejor pedir perdón a pedir permiso, total, ya la hiciste.

¿Y tus virtudes?

Voluntarioso (sí, existe la palabra). Intento de revolucionario.Y sincero.

sábado, 17 de octubre de 2015

De miedos y escudos

Duelen corazones en el nombre de la libertad,
se desinflan cuando decimos no,
No me comprometeré con el instante,
No me cautivaré con tu desnudez,
Ni me expondré vulnerable.

Y es que no quiero ni busco nada serio...
Como si no fuera lo suficientemente serio entregarme,
Como si no fueran suficiente nuestras manos tomadas,
Como si no fueran suficiente nuestras carcajadas, abrazos y besos
Y que mi cuerpo estuviera dentro de ti
Ni que tu cuerpo me envolviese en calidez,
Ni que tus manos se afirmen de mis brazos,
Ni que yo no pueda soportar viendo como te mueves cuando yo me muevo,
Y que explote por dentro cuando tus ojos se abren y muestran una sonrisa,
Diciéndome sí, los dos nos estamos sintiendo.

Y es que no creo en las etiquetas,
Cuando se le pone nombre las cosas se complican,
Solo tenemos que fluir, 
Disfrutar lo fugaz entre el pasado y el futuro,
Deleitarse en el presente...
Como si la vida fuera para siempre,
Como si la impaciencia fuera un pecado,
Como si la ansiedad fuera un aburrimiento,
El escudo que nos protege de soportarnos a nosotros mismos,
Como si la emoción que me embarga y me controla,
Se transformarse en el miedo a que me conozcas.
Porque es más sencillo empezar de nuevo siempre con otra gente,
Mostrando mi mejor cara,
Porque quizás en el fondo soy un auténtico fraude,
Una contradicción de escudos y miedos,
Que esclavizan al amor a una servidumbre del paso.

Los papeles se han invertido,
Ahora si sientes, estás loco,
Muy pronto, muy arriesgado, poco inteligente...
Dime cómo lo haces para no sentir cuando lo hacemos,
Cuando nos miramos a los ojos y sostenemos la mirada,
Dime cómo se finge la vida misma,
Cómo se hace para que los escudos y miedos,
La ganen a la natural expresión del accidente,
Al inherente testimonio de la compañía,
A la innata revolución de tripas,
Dime cómo haces para dominar los períodos,
Los pasos de las escaleras en el camino del encuentro y el deseo,
Cómo te detienes en medio del vuelo.
Dime cómo planificas la controversia,
Cómo te tragas las verdades de los miedos y escudos,
Y cómo te sacudes las palabras que revelan corazones,
Y cómo haces para omitirse,
Y cómo haces para poner un límite desde el principio.

domingo, 4 de octubre de 2015

Solceridad

Ni siquiera un mes. Ni siquiera 6 veces nos hemos visto. Ni siquiera sabía cuánto medías ni que la voz de tus ojos se mezclaría con El Origen del miedo. Mi cabeza recuerda fragmentos tan coherentes en esta vorágine que pareciera un espiral escrito, pauteado, detallado, con una coma acá y un punto seguido allá ¿Cómo es que hay algo antes de que haya algo? ¿Cómo es que nada de lo que ha sucedido después de esos instantes ha sido torpe o grosero?

Ni idea porque ese día estaba tan nervioso. Ni idea por qué no terminé la etapa del geometry dash que debía. Ni sé bien por qué te hice un dibujo. Ni sé por qué te invité al peda antes, casi adivinando que puedo ser yo mismo contigo desde el principio ¿Se anticipaba mi cuerpo como un receptor del futuro cercano que caería, se anticipaba a este ardor cálido en mi pecho? Ya desde el primer momento me abofeteaste y me dijiste, no es necesario que finjas.

   - No es un muy buen día para tomar chela. Hace frío igual.

   - Siempre es un buen día para tomar chela.

   -     ._.

Las 5 primeras horas como todas las siguientes han sido tan rápidas como las especulaciones que se salían de nuestras cabezas y se transformaban en palabras tan especiales que no venían al caso. No representaban el momento del comienzo porque los primeros escalones nunca estuvieron.

    -  Tengo unos cogollos, pero se me olvidó preguntarte ¿fumai cuando tomai?

     -  Emm sí. Pero no sé cómo quede ni que pase después de eso.

No importa si no teníamos amigos en común. Si era primera vez que nos veíamos. Si llevamos a dos amigos al parque o’higgins con la sola excusa de darnos un beso dónde sea, aunque haya olor a pipí. Después comenzamos a casi demostrar quiénes éramos. Conóceme y dime que te gusto. Fotos. Preguntas absolutas. Sí quiero verte de nuevo. Obvio que sí. Emoticones que decían lo que no podíamos hacer aún, lo que no podíamos expresar porque no podía definir lo inefable que eras para mí. De sonrisas a besos, a sonrisas y besos sonrojados.

 Ni siquiera dos semanas y se sentía un tiempo. Y es que confundíamos el tiempo con profundidad, el tiempo con lazos, el tiempo pasado con el tiempo futuro, el tiempo con la verdad. Reinventamos nuestra historia. Nos pusimos cursis. Me dijiste que no querías sufrir. Que anduviera tranqui. No acabé de entender ese tranqui hasta ayer. Y es que nuestra descoordinación inicial evidente de ideas, besos y actos se sienten como malos atajos para destinos más lindos. La pizza mala. Nuestros segundos besos. El cuento de los abrazos al niño. El concepto de inteligencia. Nada es para siempre. Fluir. Tranqui.

Y de pronto en medio de la oscuridad y “privacidad” del cine, lo cursi se transformó en deseos que no eclipsaban lo cándido de nuestra relación de cuatro visitas, sino que las completaban, nos representaban y nos empujaban a la playa. Pero los planes del espiral escrito nos tenían otro lugar. Una mirada fugaz a tus mundos. Trabajo. Amigos. Tu sexo y tu hacer el amor. Después, otros raros taxistas. Otras confesiones. Otras preguntas y respuestas absolutas. Y nuestra primera vez que “curtimos”
-“¿Qué sientes?”
- Rico, apretado, como paredes de fuego que no queman.

Eres un temblor, un estruendo, te desconozco pero te siento, nos encontramos aunque no nos veamos. Tus palabras me estremecen en el fondo y creo que no llegas a adivinar cuánto. "Mi amor". Mételo. Acaba adentro. La vulgaridad de las palabras es la cara de la misma moneda que me conmovió la primera vez que me tomaste la mano. Pides y desorbitas. Tómame. Tócame. Hunde tus senos en mi boca y déjame recorrerte persiguiendo tus muslos. Enséñame a conocerte. Enséñame que aprendemos rápido. Estamos tú y yo. Solos tú y yo. Y tú sabes todo lo precioso que es eso.

Por más que piense en todo esto no hay forma de describir ni verbalizar nada. Escribirlo sería tan imposible como olvidarlo. Lo inefable que eres es simplemente pasar tiempo a tu lado. Disfrutar el presente. Mis escudos ya nulos se desvanecieron con tus palabras y con tu cuerpo. Me hiciste tuyo con una cruz en la frente y una frase de los 80. Y me sentí tan bien con eso, aunque haya sido una broma, porque me devolviste.

sábado, 8 de agosto de 2015

Viviendo el trauma otra vez.

A los 22 años me titulé. Si no fuera tan "exitistamente burgués", seguramente pensaría que salir tan rápido de la u fue la mayor estupidez realizada. Si no quisiera endeudarme más, si no quisiera seguir siendo un grillete para mis padres, si no quisiera seguir tomando báltica, si no quisiera sentirme fracasado... bueno, no puedo razonar más allá de mi "exitismo burgués".

Y así, en esta actitud, queriendo trabajar dónde sea y cómo sea de profesor, llegué a una realidad odiada, una realidad que jamás conocería desde adentro. "¿Tu creís que esos colegios les importa algo más que la plata? ¿Tú creís que existe una labor de formación, de preocupación, de educación crítica en esas mierdas? ¿Tú creís que en esos colegios protegen a los profes, valoran su trabajo? ¿Tú creís que vale la pena algún saco weá que salga o trabaje ahí?" No una, sino decenas de veces me había expresado despectivamente de esas instituciones.

Aún lo sigo haciendo. Pendejos cuicos, viven en su burbuja... qué weá, si mis colegas con suerte saben cuánto sale el pasaje de micro y cómo funciona la bip!, con suerte saben que existen otras comunas, cuánto es el mínimo, sobre la carrera docente, sobre las estrategias de la prensa, sobre la pasta, sobre la realidad educacional de los municipales, sobre el mundo... y se señalan a sí mismos "No si este colegio no es cuico, es clase media" "tienen un poco más de plata no más que el resto, pero no son cuicos, hay otros más caros"

...

¿No es cuico? ¿320 mensual y no es cuico? ¿Saben acaso cuánto es el sueldo mínimo? Me pagan como con 3 pendejos y medio y le hago clases a 200 ¿Y no es lucro? No tienen data en las salas, no tienen gimnasio, tienen una biblioteca digna de los peores recuerdos de mi escuela, les pagan el mínimo a los auxiliares... ¿y no es cuico? ¿Acaso ven otro fin que no sea el puto lucro? Ah sí, nuestros pequeños nobles objetivos.

Y acá estoy... vendido, como una puta asquerosa de sus expectativas materialistas sistémicas, como una perra esperando sus sucias migajas ¿Si no qué estaría haciendo? Nada. Tomando todos los días igual que ahora, pero sin plata.

El trauma, el trauma. "¡Hola buenos días cómo está mi niño!" La profe más seca (y un tanto venenosa producto de su hermosa inteligencia social) saludándome con su vozarrón enérgico. Hola Gabi, jajaj bien estoy poh y tú, sí la pasé bien en las vacaciones y tú, sí estuvo bacán el último día..." Holaaaa buenos días.. aaay no quiero estar acá, estoy igual que Juan" dice la Caro al mundo que la escucha enterneciéndonos con su mirada de madre de sus hijos como todos los días y sus caras sinceras. "Hola conchetumadre, dame permiso, tengo sueño, es que ayer me quedé dormida a las 1, es que tuve el matrimonio-cumpleaños-carrete-laweáqueseaquenuncateinvitaréporqueerisfeoyflaite ayer y uuuuy estoy cagada de sueño" me dice la Nati, mi compañera que me ha abierto los ojos sobre la comuna de "Barnechea" (sin el lo), y me acompaña, me acompaña de verdad en este trauma. "Hola Ricardo, cómo estai, oooh tenís la nariz helada"... me dice la Anita con toda la fuerza de su mirada, con su preocupación sincera, con sus pecas hermosas, con su voz de mujer y su ropa de maipucina que vive en las condes, y me ilusiona (como todos los días) a conseguir estar dentro de ella...

Y así, feliz de contrastar con los demás, feliz de no estar unidos a su forma de vida de adultos consagrados en las deudas y en los objetivos sociales modelos (aún), entro a la sala y la única forma de existir en ese mundo de pequeños reencuentros es alzando la voz... ¡Asiento! -malas caras, buenas caras, sonrisas que responden a la mía- Bueno niños, volvimos de vacaciones y créanme, que si ustedes están tristes, yo estoy peor... pero así es la vida, así que, considerando que vamos a perder clases como siempre el segundo semestre, saquen el cuaderno y el libro en la página 136... -esta frase, aunque no lo crean niños, me duele más a mí que a ustedes- qué hiciste para las vacaciones -relleno- ya, copien el O.A. -OAAAA a lo teletubbie dicen algunos pendejos-y...

Buenos días profe, cómo está, lo pasó bien en vacaciones, qué hizo? Yo fui a la isla de Pascua, es bacán profe, tiene que ir, se puede bucear y los moaís son geniales, tercera vez que voy... Siii? Que bacán Consuelo (así se llama más encima!), y cuánto sale eso? supiste? Aaah no tanto, y tus papás por qué van tanto para allá? Aaah, algún día invitaré a mis viejos para allá... me consuelo diciéndole a la Consuelo mi consuelo.

Profe qué vamos a ver ahora? Me estudié toda la unidad antes de entrar porque quería saber bien lo que habla, es que usted sabe tanto Miss...ter! (se confunde) jajaja :)... Me dice la María José  -yo le diría que hermosa eres, te pasai, me hacís sentir pedófilo, pero no te preocupís no lo soy, en verdad detesto a los niños - Nada, puras cosas fomes poh María José, si estamos en el colegio, no en fantasilandia, tan fomes que hasta yo me aburro. "Ay profe si usted es entrete, siempre me hace reir, las clases que más me gustan son la de usted y la de lenguaje!, siempre me acuerdo de esas clases, son muy interesantes". Alude a mí y a la Anita con su ñoñez colegial elogiadora. Sinceramente gracias María José.

Ya es jueves. Los de séptimo. Me contagian su depresión adolescente. Y así chicos, el cristianismo es una religión pero también es parte de la historia y por eso tenemos que estudiarlo, aparte que yisuscrais igual es interesante poh... "Profe, profe, profe!"- es interesante porque su mensaje es totalmente distinto a todas las religiones pragmáticas del período- "Profe, profe, profe!"- ya que antes si existía un Dios que servía pa que crezca el pasto más rápido, bueno, adorémoslo qué tanto, no existía esta cosa del dios verdadero único asesino - "Profe, profe, profe!" - Qué querís oh - ¿Cree en Dios?- Mmmm pucha aún me digo cristiano pero pregúntame en dos meses que yo cacho que ahí ya soy ateo, no sé -jajajajajaja- todo el curso. Es como si fuera broma para ellos... pero para mí es la verdad :(

Y ya es viernes. No puedo más del sueño. Profe, por qué es tan simpático? - Yo? Simpático? Pero Arteaga hasta imito tu voz rasposa para molestarte - Si sé profe, pero me pidió permiso pa hacerme bullying poh, eso no lo hace nadie más - xDD.

Aperece un otroyo sistematizador que aplica el "constructivismo conductista" del silencio porque sino se callan, no trabajan... y se retuerce con sus alumnos cuando se callan, se retuerce del dolor interno "Ya chiquillos no estén tan callados poh, si pueden hablar poh" ¡POR FAVOR! Por favor se los pido chiquillos... no me hagan sentir tan efectivo en la sublimación del autoritarismo, por favor... se los pido, sean ustedes, aprendan siendo ustedes, pero déjenme ser yo mismo... se los pido por favor...

Viviendo el trauma de ser autoridad. De ser una figura de autoridad. De representarla en toda su expresión. Desde que hablo, desde que me muevo, desde que te miro señor Nicolás, y desde que te reprocho señor Benja, y pones cara de hipócrita diciéndome que no eras tú el que hablaba. Viviendo el trauma de defender en la práctica cotidiana laboral un sistema educativo asqueroso. Diciendo que copien cosas intrascendentes y queriéndola hacer trascendentes para ellos pero más difícilmente, convenciéndome a mi mismo que vale la pena realizarlo.

Y así, me doy cuenta, me siento nuevamente, me preocupo de mí mismo otra vez, estoy en el colegio. Estoy en el colegio. Dónde mi odio tiene límites. Dónde mi actitud debe mostrar buena convivencia. Donde es mejor sonreir porque si estás sincero en la depresión, REcagaste. Dónde todo mi clasismo y odio al capitalismo son cosas del pasado... Dónde estos 25 años de aprendizaje protocolar se ponen en práctica en el hermoso ensayo de vivir feliz dentro de todo, en el teatro de la pretensión de trascendencia, y ya sé que está mal pensar así, pero es que aun no aprendo a ser hipócrita.

sábado, 4 de julio de 2015

Debilidad.

Atascado voy en la maquinaria del cotidiano vivir,
Ya no tengo fuerzas para derrotar,
Mi vacío,
Mi debilidad,
Ni ver mi reflejo.

Voy viviendo porque estoy vivo,
Trabajando por el tiempo invertido,
Conversando porque me conversan,
Pensando porque es mi naturaleza,
Pero sintiendo vergüenza,
De dejarme atrapar en el plan del sistema.

Ese plan que me dice que fuerza es ignorancia
Guerra es paz,
Libertad es esclavitud,
Que vivir porque estoy vivo es virtud,
Que trabajar así es mi vocación,
Que tengo muchos amigos y soy buen colega,
Que pensar me hace inteligente,
Que está bien ser parte de la sociedad.

La cruz que recojo todos los días,
Se llama expectativas derrumbas,
desilusión,
pérdida del rumbo,
Es un peso por gravedad,
sin ninguna meta,
sin ninguna verdad.
Esos tres o cuatro amores que no supe cuidar ni aprovechar,
Me motivan a desear,
A dar todo por recuperar,
La esperanza de aprender a amar,
De dejar de menospreciar,
Valorar.
Y es que es increíble lo rápidamente fácil que las cosas terminan para mí,
Se vuelven aburridas, normales, comunes, fáciles, desechables.

Papas fritas, arrollados queso, chelas, pitos, cereales con yoghurt, pizza, porotos, nada me satisface,
Verte a ti o verla a ella, estar acá, verlos a ustedes, estar con mi familia, es lo mismo que pasear en la plaza solo,
Dibujar, hacer la tesis, estudiar, preparar las clases, comprar el pc o una chaqueta, me traen el mismo bienestar que comer una sopaipilla, que patear una piedra, que pestañear o decir que wena.

Lo que más me motiva hoy en día,
Es tener mi propio espacio,
Un amarre a la realidad,
Una evidencia de mi existencia física,
Vivir luego mi soledad y dejar de pegoteársela a los demás.

lunes, 15 de junio de 2015

Crisis de pánico.

Y de esta manera, se va terminando el día sin nada especial. Sin ningún objetivo. Sin ninguna inclinación en especial. Un día normal.

- ¿Té o café?
- Ninguno... gracias.

Mi mamá aun me pregunta qué tomaré de once y yo creo que hace 3 años que no tomo nada para tomar en la once. Me sigue poniendo la taza los domingos y me hace la misma pregunta todas las semanas y yo sigo apartando la taza para comer lo que sea.

Es como un mundo que terminó para mí. Nada nace pero tampoco nada muere en él. El correr del tiempo es vivir solo en este mundo o si me salgo de mí, una condición necesaria de la existencia de otras personas. Así tiene que ser supongo.

Cuatro personas. Normales, adultas, niñas, lindas, seguras de sí mismas, drogadictas, sanas, con muchas virtudes morales, cognitivas o físicas. Les ha dado crisis de pánico. Pregunto para saber qué es eso. Pregunto para saber por qué les dio. Miedo a la gente, miedo al presente, al futuro, a la soledad, a las fiestas, al transantiago y su hacinamiento, a un examen, a no cumplir las expectativas, entre otras muchas explicaciones posibles, son solo excusas para justificar el desconocimiento de ellos mismos y el presentimiento de la misma desaparición, las lágrimas como ríos, la desesperada búsqueda y el vacío... el miedo latente a que reaparezca, tratamientos sicológicos y psiquiátricos, el alta, miedo latente que reaparezca se borra en el día a día ¿Pero en serio, qué son las crisis de pánico? ¿Cómo se sigue viviendo después de eso?

Me concentro en mí. Cierro los ojos, estoy cómodo pero no acostado porque últimamente me duermo fácil. Ya no  tengo insomnio, eso es bueno. Me miro a mi mismo. ¿Qué me angustia? Mi cuerpo no es perfecto, nunca lo ha sido ni nunca lo será; me duelen las rodillas por correr y a veces por nada, los dientes no están tan blancos como antes, mi vegetarianismo por 11 años y la cantidad insólita de veces que me he curado hasta borrarme algo tienen que provocar en mi salud.

Segundo, ser normal, ser uno más como está planeado desde que nací, con rut, endeudado para tener casa, oportunidad que tomo deja de lado marginados del sistema, estudiar en el extranjero, tener computador nuevo, ser más empático, leer más, participar en organizaciones sociales, fundar una revista, normalidad, normalidad, superficialidad, estupidez, camino en un carril, protocolo, vivir como quieren que viva sin hacer problemas, comenzar a pensar como todo el mundo, agradar y que te agrade todo el mundo, sonreír a los niños por el profesionalismo, valorar a mis amigos y familia ¿Por qué pienso esto? ¿Por qué no pienso mejor las cosas que me hacen feliz? Porque valen mierda, son justificaciones para vivir alegre y no hacer lo que te da miedo, revolución, fracaso, normalidad, estupidez, superficialidad, pensar que quizás quiero tener hijos, ir al cine, comer papas fritas, estar conforme con lo que gano y con esta vida de ganado que trazó mi buena adecuación al sistema, conformidad, que bueno pagar escolar, conformidad, que bueno abrí una cuenta de ahorro para la vivienda, normalidad, me encantaría ver a la Caro, la Melah, la profe Cecilia, la Domi, al Felipe, estupidez, que buen pc tengo ahora, superficialidad, gracias mamá por el almuerzo, normalidad, esto niños, es importante porque sino no entenderíamos porque nuestra democracia es como es, estupidez, que bueno el carrete del otro día loco, superficialidad, normalidad, estupidez, conformidad.

Mis latidos del corazón. Los siento fuertes, incontrolables pero de pronto se vuelven punzantes, fríos, desesperados. No quiero vivir así. No quiero ser así. No quiero y no puedo hacer nada para salir de esta mierda. No quiero pensar así. Por la mierda que soy estúpido. No quiero ser uno más. Por qué estoy trabajando en un colegio cuico. Por qué me estoy quedando callado cuando lo único que quiero es gritarle a la gente. Por qué me cuesta ser sincero cuando escucho y decir lo que pienso o siento. Por qué mierda estoy siguiendo lo que me dice el currículum. Por qué tengo miedo de perder la pega. Por qué pienso que el sexo es tan importante aun. Por qué hago que no me importa. Por qué me junto con estos weones. Por qué me río de esa estupidez. Por qué no sostuve ni dos segundos la mirada con el tío que me pidió plata pal copete. Por qué molesto tanto a la gente. Por qué a veces nada me importa y a veces todo y el pum pum de cada latido ya se van haciendo nada, me detuve. Ojos llorosos. El frío en el pecho se va haciendo cálido. No pude seguir más. Mi mente y mi cuerpo de pronto, se detuvieron, perdieron la concentración, me protegieron. La Kerri estaba a mi lado no sé hace cuánto, quizás ella fue.

¿Puedo suicidarme solo pensándolo? ¿Es así una crisis de pánico? No sé. Pero la gente que sigue en ese camino quizás llega al nirvana, al suicidio o se despierta teniendo más sed que ganas de vivir.

Que mes mas malo mayo. Junio va bien como que escalo mi sucia ratonera y alcanzo las nubes de vez en cuando, gracias a la vuelta de mi obsesión.

lunes, 11 de mayo de 2015

Alcoholismo.

Esa palabra es chistosa aunque también trágica ¿Somos realmente alcohólicos? Unos quedándose dormidos, otros vomitando, otros perdiendo la memoria, perdiendo dientes, piel, datos de computador, dignidad, metas, días de recuperación, el sucio dinero, pero también ganando historias que no serían posibles sin ese requisito de estupidez semanal, relaciones improbables sin esa necesaria autoconfianza y ridícula valentía, disfrutes de humillaciones ajenas y ofensas a la moral y las buenas costumbres.

El alcohol destilado dejó de gustarme y dejé de obligarme a que me guste porque realmente es una mierda, es ataoso y hay que andar con hielo. Chela y vino son mis patrones. Aun me siento zorrón por decirle chela y no pilsener o cerveza. Pero bueno. La emoción y sentimiento de que todo está bien, de que estoy con las únicas personas que me aceptan (no la apoyan) completamente en mis locuras momentáneas y en todos mis estados posibles y por haber, están ahí, no se las puedo ni explicar.

Lamento ser un imbécil y de vez en cuando en vez preguntar, cómo te sentiste o qué ocurrió en detalles, a veces contesto mal diciendo qué cosa parecida me ha pasado... lo siento en verdad. Es totalmente inefable el amor que les tengo, que roza lo gay pues la conexión es tan pura sin el contacto físico (que acorta muchos caminos) además de "abrazos masculinos". Me gustaría que hiciéramos más que simplemente fortalecer nuestros lazos mutuamente... podríamos mostrarle al mundo de lo que somos capaces. Pero bueno, después de estudiar.

El alcoholismo es una cárcel pero también es sentirse libre. Estúpidamente libres poniendo en peligro nuestra vida en este mundo de mierda. Regalándonos a la posible maldad, pero gozando y quitándole minutos a la responsabilidad, a las formas correctas de comportamiento, a las convenciones sociales, o eso sentimos al menos, porque en realidad hasta estar borracho, golpear a alguien, destruir propaganda, ser un jote de mierda, todo, está tipificado en la ley, en el imaginario y en verdad te sientes loco por bailar curado, pero en realidad es una estupidez pensada, normal, que no revoluciona nada más que nuestras hormonas.

Cuando me siento exactamente como ahora, a punto de hacer clases, a punto de ponerme la máscara de persona seria que le importa realmente lo que vamos a hablar en clases con los "niñitos", realmente me siento como si estuviera a punto de emborracharme como siempre. 

La rutina es terrible. Pero la rutina es aun peor cuando se repite con grupos de gente ¿Quién soy para ellos? ¿Quiénes son para mí? ¿Por qué estoy haciendo esto, parándome acá, haciendo clases de contenidos con los que no estoy ni someramente de acuerdo ideológicamente ni menos humanamente? ¿Por el dinero? ¿Me gusta? ¿No me gusta? 

Sinceramente es como dejarme llevar por el primer litro de cerveza, una vez que empiezo, no puedo ni siquiera detenerme a pensar en el por qué sigo, o por qué no me detengo. Es una enajenación ensordecedora, que no atiende a razones, solo a mi instinto humano de no detenerme. Me encanta hablar, me encanta ver sus caras de sorpresas, me encanta ver cómo se sorprenden, se sitúan en el mundo, comienzan a criticar y se dan cuenta que ellos mismos construyen así que pueden ser hijos de puta o altruistas, lo tienen en sus manos y se dan cuenta de su poder. 

Odio encasillarlos, odio poner observaciones y por eso nunca lo hago, odio tener que levantar la voz, mirarlos fijamente, hacerlos responsables por algo que me conviene (seguir la clase, no perder el ritmo) pasándolos a llevar por el simple hecho de que yo soy más grande o tengo un título profesional. No me da ni un puto Derecho. Pero lo peor, estoy cayendo en la institucionalización, pensando como la institución, pues a veces pienso que sí lo necesitan, sino serán futuros psicópatas violentos y mentirosos, egoístas pululando por el mundo y mediocres que ni siquiera saben qué es el esfuerzo y la gratificación de ser responsables ¿Sino lo aprenden ahora, cuándo? 

Ven... hago juicios proyectivos como el más estúpido de los estúpidos profesores. Quizás les tenga rencor por ser cuicos. Quizás les tenga envidia por ser jóvenes e inocentes. Quizás les tengo amor y solo deseo lo mejor para ellos, aunque pase a llevar sus primeros instintos. Quizás solo soy un profesorucho más que se siente diferente por ser más joven que los demás, por no tener la intención de tener hijos y por no autoconvencerme como todos los profesoruchos que este trabajo es el mejor del mundo. Egocéntricos. 

Cuando me siento en el fin del mundo y que nada tiene sentido, simplemente podría renunciar e irme a morir de hambre sin ningún problema. Por eso a veces la familia es detestable, te oprime, te encamina, te ata a un destino poderosamente protocolar. No me voy a ir hasta invitarlos a isla de Pascua, ojalá me vaya luego, es terriblemente fome seguir viviendo con padres. 

domingo, 26 de abril de 2015

Reencuentro.

El empeño de vida pareciera que más que nada, obedece a ese instinto de la juventud, a esa búsqueda de la trascendencia según el cual todo individuo debe tener una sólida y emancipadora vocación sin la cual la vida no es tolerable. Y con todo aun así, es un camino ya demasiado recorrido, difícil de lo estúpido que es seguirlo.

Y esto es sólo un ejemplo más de cómo los adultos transforman las cosas mágicas, como la vida misma en... no sé, trabajo. Y lo peor. Y soy adulto también.

Escribo para salirme de este cuerpo, para salirme de mi casilla social dentro de la cual soy valorado como profesor, como joven que aporta a la familia con su sueldo y como un consumista en ascenso que acaba de comprarse por primera vez un nuevo celular y que al preguntar de su madre "¿Qué más te vas a comprar?" Contesta rápidamente "Un computador nuevo la raja... y una bicicleta... y después una casa". Mi mamá quedó con cara de satisfacción sopesando y reafirmando nuevamente su impresión que al menos su hijo no será un alcohólico mujeriego que muera en una carrera de autos o solo botado en la calle.

Al escucharme contestando así, no pude sino quedarme mirando fijo un punto y buscar desesperadamente un escape, una salida. Un simple alejamiento de cámara hubiese sabido captar perfectamente mi repugnancia ante estas palabras consumistas... ¿Dónde está el altruismo?

Cuesta encontrarme, me cuesta mirarme al espejo y encontrar al Ricardo chico egoísta y caprichoso, luchando con el nuevo Ricardo adolescente que destruía todo con la fuerza de la justicia creadora, con la fuerza de sentirse en un eterno vorágine original eficiente de ideas que crecerían solamente con el impulso de mi vida ¿Dónde está la revolución? Los viejos estandartes de los barrios y del Peda ¿Habrán sobrevivido? ¿O todos estamos en involución práctica-material a la adultez capitalista?

¿Y el amor? El mundo quiere llevarnos al tema, constantemente, sin dar respiro alguno. A veces mi vacío interior me dice que las mujeres y mis encuentros con ellas no cuentan... solo cuentan las que no he conocido, las que no he "poseído" ni tocado, y que presiente fabulosas e inexpugnables. Mi vacío me hace comprender el tema como un pasatiempo, y mi imaginación a veces se dedica a ésta con entusiasmo. Pero claramente no estoy vacío ni por más que pretenda tener una mirada vacía y triste como personajes misteriosos y solitarios de la ciudad.

Estoy tan ávido de nuevos buenos viejos tiempos, tanta infancia que rescatar, tanta pasión inesperada, fugaz y espontánea que a veces creo que me arrimo a la primera persona que hace que salga mi yo interior deseado, ese que está plenamente consciente de lo que siento, de que la vida es sagrada y merece toda la pena ¿y aún así me siento así como ahora?

Mi cuerpo de 24 años, ya casi 25 años... aun me siento incómodo con sus debilidades y deficiencias y aunque siempre me ha aterrorizado crecer, ya he podido aceptar mi carne rara moviéndose con sus arrugas y dureza, su acné putrefacto, sus brotes de bello... ya puedo aceptar que desde ahora en adelante mis huesos y músculos no sanan tan rápido, ya puedo interiorizar que mi alma de niño fue atrapada en esta réplica grotesca de adulto... y aun queda tanto tiempo para sentir como mi cuerpo se deteriora leeentamente hasta la vejez, el otro estadio al que aun puedo transferirle todos mis miedos y logros no consumados.

Y este viernes, estabas ahí, casi sin cambios. Sutiles cambios... ¡Waaaa! ¿Qué onda con este viernes? Fue tan especial, mágico, onírico. De principio a fin. Daría mucho por volver a repetirlo, agradeciendo cada momento desde lo más profundo de mi ser cada momento vivido. Es que desde que guardaste la botella en tu mochila y aceptaste tan de buenas ganas irnos a la mierda fue reconocer ese espíritu espontáneo que alguna vez conocí, pero ahora desde la confianza del crecimiento, desde la experiencia gozadora de la vida, no desde la candidez y temor anterior. Ahí estabas... mirando con un poco de desprecio todo ese mundo zorrón que nos rodeaba, sacudiéndote un poco la sociedad de los hombros.

"Aun siento un rechazo hacia a ti ¿Qué acaso no veis que esto es el manso esfuerzo para mí?"... "¿Por qué esas ganas, esa insistencia de acercarse a alguien que dejaste de ver hace tanto, que no tienen por qué verse?" Ese repentino interés, desde la Melanie monosílaba que atacaba cada expresión de mi existencia (y que aun existe) hasta esta Melanie que tenía una pregunta nueva, desde ella...

¿Pero qué querías que te respondiera? Casi, casi, si no me controlo, explotó en verborrea pretenciosa por fantasiosa de todo lo que me provocabai en ese preciso instante y cómo tanta intensidad se entrelazaba en ilusiones sin fundamento alguno que mi rearmado interior... "Es que aun te sigo encontrando bonita"... la weá estúpida... "y porque sería una forma de reparar una relación, de decirte que he cambiado desde lo que pasó, gracias a ti, la única persona que dañé tanto por ser un pendejo curado"... Algo es algo, ni el 10% de lo que tengo acá dentro... ¿Realmente hay algo más para nosotros que el momento?

Verte reír, saber que de verdad nos escuchábamos dando un poco de sí mismos, escuchar tu voz, decir vamos, e íbamos a que nos rechazaran en la botillería, demostrarte lo significativa que fuiste en mi vida como el nacimiento de cristo en nuestra cronología, quizás... contarte que sí valieron esos meses tanto tanto tanto...  que quizás hoy y mañana valgan la alegría de este acercamiento.

El acercamiento hacia ti ¿Puede ser espontáneo o tengo que planificarlo y ser estratega? Aunque en realidad la pregunta es, porque eso da igual... ¿Puede ser siquiera? Te comencé a mirar con nostalgia desde el principio, aunque fueras a pasar conmigo toda una tarde.

Y lo fugaz puede ser un instante como alargarse tanto como semanas enteras. Disculpa por botarte la chela, menos mal tenías otro pantalón.

Ya falta poco y cumplo 25 :o