lunes, 9 de agosto de 2010

Etc.

¿Qué hacer?, sé que cambié y hace harto, en cuarto medio. Y necesito escribir más, no recuerdo muchas cosas que a veces quiero revisitar, cómo hacía antes.


Podría decir que fue el Internet y la salida de Conchalí-Independencia, el que me hizo esto, que su abundante información, entretención, quehaceres, contacto global que te desconecta con lo local, dejaron que se fuera mi espíritu auto motivador de escritor literario (además de un montón de cosas: lectura y sociabilidad en general) al tener tantas referencias, al tener tanto que ver y tanto que auto comparar y tanto que auto vejarse, el tener al alcance de la mano una manera infinita de estrechar tu grandes expectativas con una construcción humana cultural impresionante que encaran eternamente tu mediocrisidad... que combinado con nuevos aires de arribismo universitario historiador, dejaron marchito mi sueño novelesco a lo Quijote de ser el mejor escritor del mundo.


Podría decir que se me abrió el mundo y me golpeó de lleno con su vacile globalizador, globalizó(cé) mis expectativas, las ubiqué dentro de las millones de probabilidades que te da destino éste mundo.


Podría decir que ya no tengo el mismo egocentrismo que tenía antes, que me di cuenta que tengo mucho por conocer y aprender, que crecí y que conocí a mis padres y del porqué eran así, tan “pencas”, conocí poco a poco las razones del por qué (casi) todos llegamos a ser “pencas”, y por qué el mundo está cómo está; conocí y fui y soy pusilánime, pasé del rechiste al rechiste débil y luego a la debilidad, hasta el reclamo ridículo actual de incomodidad en el corazón y una boca callada, única protesta de un mundo que detesto y de cuyas soluciones solo puedo hablar en el compañerismo protector mamón y apañador.


Podría decir que tengo un antes y un después en las relaciones amorosas, un antes del que pensé que nunca me iba a desligar, más yo sé las circunstancias y tu no, un antes en el que las cosas parecían ser más suaves, en el que nada parecía tocar un fondo y de pronto, pareció llegar ese fondo y todo pareció suavizarse, sin extremos, buscando incesantemente los últimos cambió mi vida para llegar a pensar que quedé inválido de éstas. Es un trauma, no dañino ni bienhechor, solo marcador como le pasó al mundo con jesús.


Podría decir que el salir del colegio fue un parto post traumático a la adultez de la que aún no asumo ni quiero asumir sus formas pero de la que soy parte, que me golpea día a día con relaciones adultas que no puedo entender: que no me puedo comportar así con la gente, que no puedo putearlas porqué sí, que no puedo estar un día distinto al otro, que no puedo pelearme y luego reconciliarme, que no puedo golpear a alguien y luego hacer como si nada como cuando chico, pues las relaciones adultas son más complicadas... mi polola no puede darle un beso a nadie más porque o si no me da pena, yo no puedo saludar a alguien desconocido pues ya estoy amordazado por los protocolos sociales de la vergüenza.


Podría decir que estoy vencido y lo único que hago son pataletas infantiles domésticas y mentales que nada hacen para expresar a lo externo, que chocan, con una voluntad ingenua y confusa, con una sociabilidad mundial.


Y podría salir del internet y dejar de compararme y creer en mí mismo, como también podría inventarme el destino que quiero y luchar por él, podría abrirme al mundo y tomar películas hollywoodenses como inspiración en el que con una metralleta y buenas frases puedes salvar el mundo y convertirlo en realidad, podría empezar a filosofar sobre las actitudes y empezar a hacer su contraparte infantil y parecer un enfermo mental pero estar a gusto.

Pero... al final, ya saben lo que nos pasa poh. Ni yo sé... qué brillante reflexión.


Sólo sé, que a veces me aburre ser y como que nada importa y que las parejas nos re dirigen mucho.

domingo, 18 de abril de 2010

El Clítoris la lleva

El machismo abunda en todas partes, en la publicidad, en las películas, en los libros, en el porno, en nuestras conversaciones al burlarnos de cuando el hombre es más chico que la mujer en una pareja, o el decir que el que usa los dedos en la relación sexual es porque es terrible mula o la tiene terrible chicgah.


Un amigo apodado oso, cuando éramos unos chiquitines prépuberes con las manos amarillas, me contó que alguna vez leyó y vió una recreación medio chistosita sobre unos actores loquillos que representaban un mundo en donde la mujer, al poseer el recurso económico más importante: el de producir hijos, se negaban a las relaciones sexuales con hombres por poseer el clítoris, órgano que entre ellas sabían manejar mucho mejor y por ende desechaban y hasta esclavizaban a todos los hombres héterosxuales del mundo. Es decir, las mujeres tenían el poder de autosatisfacerse sexualmente o entre ellas, dejando de lado a los hombres, por poseer ese órgano que existe, sin ninguna otra función, que el placer femenino.

Obviamente, la película era porno de baja resolución de los años 70 contemporáneo a Garganta Profunda (http://es.wikipedia.org/wiki/Garganta_profunda_%28pel%C3%ADcula%29), donde los hombres si bien eran esclavizados nunca se preocuparon por su libertad sino que se enfocaban solo en la música relajante, las pieles sudorosas y el sexo que por alguna piadosa razón, la cúpula de mujeres autosuficientes les dignaba a algunos elegidos en post de la perpetuación de la raza.


Bueno, todos los broma-miedos de mi pobre amigo oso, son en realidad la pura y santa verdad. El documental "El clítoris, ese gran desconocido" confirma nuevamente cómo la mujer podría dominar el mundo con su superioridad endógena pero que ha sido siempre reprimida por un montón de hombres boludos.

Fuera de bromas...
el documental es la zorra pelúa (literalmente) (oe, dijiste que fuera de bromas!). Creo que ayuda que los hombres y las mujeres mismas se conozcan, que existe el derecho a tener placer y sepan, que el punto G de Gräfenberg es una mentira y que el clítoris es el que la lleva.
Trata temas como la liberación, la educación, el respeto y la vida sexual, como un derecho, como algo que debe salir de los tabúes represivos y que se debe manejar la información, no ocultarla.

A mi gusto, la parte que más me gustó, en cita:

"Freud expone que el orgasmo clitoridiano es un síntoma de inmadurez, de disminución sexual. La verdadera mujer debiese trasladar su orgasmo del clítoris a la vagina."
"Sólo el 30% de las mujeres tienen un orgasmo en el acto sexual normal como se concibe. Y afirmar que el otro 70% de las mujeres no lo tiene porque sufren de alguna disfunción sexual o alguna inmadurez, es algo que no me atrevería a defender... ¿Por qué no se dice simplemente que la penetración simple no es un medio demasiado eficaz para excitar sexualmente a las mujeres?".


Para bajarlo:

http://www.taringa.net/posts/videos/1344146/el-clitoris,-ese-gran-desconocido.html

Online:

http://www.megavideo.com/?v=P0MEJOHU


pd: la dueña de http://yanohayvaqueros.blogspot.com/ me lo recomendó