lunes, 26 de noviembre de 2007

Egresar de la enseñanza media

Un tan importante suceso no puede dejar de mencionarse en querido blog que pesco mucho y demasiado visitado, puesto que el server colapsa siempre que subo una entrada xD, solo un testimonio de sentimientos, puesto que se me borró el diario :p.

Aviso: En caso de paja, busquen un programa llamado speak aloud que les leerá el texto o pasen directamente al último párrafo el de las comillas.

He observado entre las caras de mis compañeros, entre sus palabras, entre sus nicks de msn, entre sus lágrimas mucha nostalgia, muchas preguntas, mucho agradecimiento y algunas veces pena, por nuestro egreso del colegio. Como muchos ya saben, acá no termina todo aunque se nos presente como si fuese serlo. Es un sentimiento inexplicable, donde el corazón se aprieta solo por arrebatarle respuestas al destino. Uno no puede contener todos los recuerdos, vivirlos nuevamente y esto nos genera impotencia. Nos repetimos incansablemente “12 años” y lo repetimos sin creerlo, sin palpar las consecuencias aún de un ciclo que acaba y el otro venidero, nos roza la incertidumbre y nos elevan las promesas. ¿Qué será de mi?, nos seguiremos viendo, gracias por todo a todos; no sabemos si despedirnos o decirnos nos vemos.
A mi parecer tanto revoltijo de sentimientos, se debe a que nos hemos “institucionalizado”, ¡si!, el colegio tiene ese algo raro, primero lo odiamos, entramos a nuestra sala de clase con mirada evasiva y atento de no hacer el ridículo, prono nos damos cuenta que no es tan malo, nos acostumbramos a él, después de mucho tiempo nos aferramos a él, nadie dice que al establecimiento ni a la dirección y toda los elementos parafernálicos de la educación, sino a los amigos, a la rutina maravillosa que nos entregan con sus estupideces.
Algunos quizás no están de acuerdo, pero les diré porque lo creo así. No existe otra etapa de la vida en donde las relaciones sean más verdaderas que en esta; es esta etapa donde crecemos, nos descubrimos a nosotros mismos, sentimos cosas nuevas y es imposible no relacionarla en su totalidad con el colegio, no sabemos a que atenernos o a que acceder, nos comprometemos con todo y es ese espíritu el que nos hace entregarnos, el que nos hace aún confiar en la gente y no decir que nos da paja esto o que esto vale mierda, no dejemos cuando seamos adultos, ahora que nos acordamos de esto ese espíritu. Además no está en juego la competencia económica puesto que no hay familias que alimentar, no nos hemos enfrentado en seco a ese peso por defender tan aferradamente nuestra estabilidad económica, es por esto que pienso que son mas reales, solo estamos nosotros, como personas, con nuestros valores y defectos (y una responsabilidad que siempre se ve lejana, menos ahora quizás), no te vez obligado a unirte por intereses, siempre eres alguien, un amigo, una persona, un compañero de curso en cambio mas adelante puedes ser nada o todo, eres un modo de producción, te valoran por el qué eres institucionalmente y no por quién eres (aunque acá a veces pasa : p).
A mí por lo menos no me ha tocado la nostalgia tan fuerte por ahora, quizás porque estoy pololeando y siento una fuente de apoyo fidedigna que quiero mucho, o solo porque la situación no se ha dado, ahí veré el 30 de noviembre. Lo cierto es, después de toda esta demagogia, es decirles a todos mis compañeros y cada uno de ellos, que no se rindan por nada para que terminemos el fin de este capítulo con un “y fueron felices para siempre…”

“No lloren porque ya se terminó, sonrían porque sucedió” :D