jueves, 24 de julio de 2008

El descargue emocional...


Lamentablemente los rostros pasan y resbalan, el tiempo pasa y no sana nada y mi vida parece no dar señales de un encuentro consigo misma. Ahora sí, ahora si conozco este enojo, esta decepción que me corroe en cada suspiro, en cada pensamiento, en cada esquina del contradictorio amor que aún a rastrojos y heridas puedo llegar a dar, lo siento, lo respiro, me huelo, me sumerjo y sudo en mi desacreditado amor que cuando entrega nada le vale para sí mismo… pues no decide, sospecha de sí mismo, es incapaz y ahorca cada nuevo intento de cada nueva mirada, la sofoca con su propio temor, con su propia desconfianza, con su propio dolor.

Hoy, abrazo esta ira contra mi mismo, que a veces parece superar en creces la melancolía y el pesar, me extingue… ya no sé qué soy, ya no soy quien fui, hubo un quiebre en mi historia, en mi yo, en mi persona me estrangula, me extingue… ¡hasta que el recuerdo de ti!, mi amada, se convirtió en el veneno más pérfido en mis venas. Demasiados hechos, demasiadas palabras inoportunan las historias con tus besos y sonrisas fortuitas, insultan a aquel vapuleado amor que alguna vez fue, parecen abochornarte y acosarte, tal como a mí. ¿Fue tan así?, y qué importa si fue tan así o no. Los mismos recuerdos que evocan amor nos privan del mismo sentimiento, así que, qué importa que te extrañe, de qué sirven hacer mis disculpas en el momento que volteas, qué importa que te ame, qué importa que te espere si el odio por mi mismo te amarra a todo el tiempo de desesperación provocado solo por ti y nadie más, siéntete y séme de alguna forma útil, muérdete la lengua y desaparece hasta que tengas algo más que desdén para mí, ¡alguna explicación o alguna petición!. Pero que ganas de enrostrar, que ganas de agarrar las palabras, sacarles el jugo y exhibirlas al aire y la luz como si fueran un contrato a la ley de la vida, que ganas de hacerte sentir, que se te doblen las rodillas al verme a tu presente, a tu verdad, que ganas de hacerte confundir, de moldear y olvidar…

Porque todo acá en mi corazón con el que siento y percibo es autodestructivo, cada nueva persona que toco la trato de convertir, cada nueva cosa que siento la desfiguro y es posible que dañe, es posible que odie, es posible todo. Busco y busco formas de hacerme daño, de sufrir y desprecio lo que creo, lo que me dan y me da igual al final todo rebobina.
Pues y un día, me sorprendí deseando nunca haberte conocido, que jamás hubieses existido, para ya no tenerte más, no tener más este dolor, este dolor que perfora y destruye cada uno de mis sueños, cada uno de mis días y mi vida, me divide, me disgrega y me quiebra, ¡vete de una vez!.

Bien… ¡Una vez más por favor!, lo que sea para aliviar mi mente, alguna palabra, alguna sonrisa, alguna atención, no me dejes sólo por favor, ya no más, ya no quiero sufrir más!. La vida se presenta penosa y dura y yo ya no sé que hacer, me tomas y me dejas como si nada, me escupes y te ríes y me da igual, solo no te vayas.
No sabes lo arrepentido que estoy de las cosas que hice, me encantaría decirte pero ya no escuchas, me pateaste fuera de tu vida y cerraste la puerta. Pero acá estoy, restregándome en el barro que tanto me hace daño, esperando tu redención, no importa que me miren, que me critiquen, que me sacudan y me digan basta!.

Cuando intento dormir, cuando estoy sólo, cuando por fin puedo disfrutarme solo pienso en ti, quedo inmóvil y cierro los ojos tratando de convencerme de que todo es mentira, de que aún estás aquí al alcance de mi mano pero cuando despierto siento la soledad más que nunca y lloro y lloro porque las pérdidas como ésta simplemente no tienen sentido. Pero acá estoy amándote y recitándote en secretos, te alabo en palabras, te imagino en cuentos, te recuerdo en mis historias y así vivo, así recorro mi camino pedregoso y así espero que me puedas acompañar de nuevo, no hay distracción, no hay otro amor, no más amistad sólo tu me puedes sacar, ya no me dejes sólo, quédate acá, límpiame un poco con tu sonrisa, con tu atención. Estoy triste, todo lo sufro, todo lo soporto, todo lo espero y todo lo creo, realmente es un pesar que corroe y qué lo único que me hace vivir es tu perdón, ven acá de una buena vez y rescátame, si aún tienes amor dentro te suplico que lo liberes y dejaré que me recorras.

Y si creo en mis sueños, y si creo en el tiempo y en ser puntual, y si creo en el amor verdadero puedo estar seguro que ninguna fuerza, ni un tornado, ni un golpe en la cabeza, ni un volcán de pompeya, ni una cárcel, ni un beso en tus labios y ni una búsqueda de otro hombro podrá quitarme el amor, porque el amor existe no por mi cuenta, tal como mi vida, no existe por mí y para mí, simplemente es para ti!, no hay otra razón y ni yo el supuesto dueño desea otra!.
Oooh pero no sabes cuánto te anhelo, no sabes cuanto te espero!, no sabes que si me permitieses entrar qué haría por ti, no sabes cuan de ti me siento, ni sientes de lo que siento, permítelo, da oportunidades…, no importa que hagas, no importa que anheles, mi consigna de amor siempre por siempre, por los siglos de los siglos hasta el reencuentro y más allá…

Me encantas, te adoro, estaré por siempre… doy gracias a dios por haberme dejado entrar, por haber sido parte de la mejor persona que conozco, porque existas, para mí siempre has sido felicidad y nada más que felicidad… nada de heridas, nada de rencores, nada de tristeza. Las cosas sucedieron y así harán porque no habría otra manera y así volverán, así resurgirán de las supuestas heridas, de los supuestos nuevos amores, el reencuentro es inevitable e inconsumable, cada día siento más amor, más anhelo, más verdad y más sueño con alcanzarte. Tú… a mi vida la embellece una esperanza, tiene un cielo que le has dado tú”… más me regocijo con el día en que vuelvas a mirarme, en que me vuelvas a tocar y sientas lo de antes. Ya no entiendes nada, no sabes nada… no sabes nada de mí, pero acá estoy, feliz esperándote y tuyo es, todo mi ser...


Nada se hace con sentido… y este es el testamento del ente tortuoso que no es más que la piel muerta del ayer, ha sido una larga historia sin un final cúlmine, una pequeña historia ética, una pequeña historia de besos y amor, de alegría y de heridas, de recuerdos, de impotencia y de olvido.


*Mejor mantenerlo en secreto hasta un mejor día...