Este año no ha podido partir peor. Con esta semi depresión. La madurez es aceptarse a sí mismo y conseguir los objetivos que uno se proponga, independiente del rango etario y los objetivos sociales impuestos-preconcebidos para cada momento en tu vida.
Este año es el año de ponerle nombre a mis problemas, de enfrentar quién soy, de que no soy un super héroe ni soy super bacán en casi nada y lo más importante, de saber qué me hace mal y qué me hace bien y saber alejarme de lo que me hace mal.
Antes me jactaba de mi fuerza de voluntad. Volveré a jactarme de aquello.
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