sábado, 25 de abril de 2009

5 centímetros por segundo



Cuántas historias de amor estaré dispuesto a ver en películas, series y de real life y jamás, podré dejar de evocar(te) y dejar de que me gusten estas cosas.
Así se llama la película que vi: "5 centímetros por segundo".

El manejo de la luz, sombra, tiempo, espacios, fotografía y todo lo visual sincronizado perfectamente con la música que, discreta, va envolviendo en todo el ambiente melancólico que la historia nos propone. No voy a contar la historia, (cronológica o con detalles) pero al menos diré lo que sentí y en lo que me sentí más identificado.

Desde el principio, una vez se abre el vínculo entre los dos, se nos recordará en forma constante las maneras en las que el contacto, el amor y la presencia de la persona puede ser irrompible gracias a los vínculos... palabras, lugares, gestos, la naturaleza, cierto animal, todo puede ser ocasión para saber (o creerlo al menos) que estamos en la cabeza del otro y el otro en la nuestra... 5 centímetros por segundo nos hace sentir eso, el alcance y evidencia del pasado invulnerable, la caída de un pétalo de cerezo que pasó en la cotidianeidad, será parte de sus vidas para siempre, por eso mismo, por cotidiano, por normal pero extraordinario a la vez, por quien se acompañaba.

Entonces, trata de una "serie de pequeños relatos sobre distancia", un amor de niñez que se ve obligado a separarse, sobre sus recuerdos, el paso del tiempo, sobre la forma en que una experiencia del pasado puede marcar el resto de nuestros días y de cómo ese mismo recuerdo es personal e instransferible. Nadie podría sentirlo, ni siquiera la otra mitad, que una vez tomen rumbos separados, sus vidas que antes parecían ser una... sus caminos no serán los mismos, a pesar de haber construído ellos mismos todo.

Siguiendo aún más la historia, pude darme cuenta de nuevo, de cómo los romances no tienen un final claro y cómo estos pueden llegar a desembocar en una soledad, superficialidad y nostalgia terribles.
Tanto, que son capaces de dañar no solo a los protagonistas sino también a la gente que los rodea, que los quiere también a su lado. Así es como vemos a algunas personas que siempre tienen la mirada perdida en la distancia, abstraídas, sin que nadie los toque verdaderamente, como queriendo estar en otro lugar, como buscando a alguien, aunque puedan darte la mano y sonreír. El recuerdo los puede alejar de compañía y hacer(nos) sentir a la gente más superflua aún. Relata también cómo el sentimiento más bienhechor y sincero, se siente rechazado por un pasado, por el vínculo irrompible en el que no tiene parte ni arte, tal como le pasa a Kanae.

A pesar de que en cierto punto de la historia, luego de que las circunstancias los hayan separado, pareciera que el vínculo de la niñez no dejaría que se separaran... pero no fue así. Aunque no se olvidaron, llegó cierto momento en que perdieron contacto, vía mail, vía carta, vía todo lo que se quiera y empezaron a reformar sus vidas. No se olvidaron, pero eso no quiere decir que ella no pueda tener un anillo, la "ilusión" (estaba a un mes de casarse así que creo que es eso, +o( sconf.


"Siempre estoy, esperando ver tu figura en algún lugar..." así dice el coro mamón que suena al final de la película. Y se esmeran en mostrar fugazmente toda una vida de amor, de fidelidad a un recuerdo, de una lucha propia de nuestra sociedad en la que el tiempo, el espacio y la vida moderna pueden mantener o romper... Escenas rutinarias de las cuáles quizás he sido parte se presentan. Personas en vista de reojo que se parecen y al voltear ya no, vistas fugaces a través del metro y una mirada seudo desesperada intentando confirmar, flashbacks momentáneos e inexplicables; la ciudad y la masa, riéndose de ti.
Así es como un pequeño reencuentro, cambiarán un poco las cosas.

Seguramente, si la ven, recordarán a toda esa gente con la que algún momento se vieron compartiendo el resto de sus vidas... Ja.

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