Jaja, otra vez me dieron ganas de escribir al gran público de mi blog en momentos de crisis y paja universitaria, debe ser porque es una crisis pública exógena y no interna.
* Quiero expresar que me están cargando los pololeos, es como esa canción de nerdkids época de novios, como nenes y nenas todos los días van de la mano llenos de alegría saltando con un arcoiris atrás y diciéndose amor... no sé, me carga a veces, me apestan esas cursilerías pero también las extraño. Bueno, más que nada me cargan porque muchos se están poniendo a pololear y me dejan solo, y tampoco soy muy sociable para no sé, andar por la vida saludando a todo el mundo y toda la demás gente que antes no saludaba.
Bueno... más que desentramar una trama compleja que no tengo ni parece tener la gente, sí quiero expresar un poco qué me pasa o qué nos pasa, (porque no les echo la culpa solamente a ustedes).
Cuando intento ver si siente la gente un poco lo que siento yo, lo encuentro sí, no cuando converso con ellos (quizás tienen el mismo cambio que yo) sino cuando están ahí, a la vista de todos, pensando sus cosas, totalmente libres pero visibles. Las conversaciones intrascendentes, las miradas ausentes, la sensación de vacío que tengo muchas veces sé que les ocurre, casi la misma evolución: miran, se ubican, contestan, vuelven a irse. Me queda como la sensación de vacío, qué les dije, qué me respondieron... nada.
Es como volver a mi mundo de adolescente depresivo, incomprendido, en que todos los nuevos conocimientos que estoy adquiriendo ahora parecieran hacer mermar mi pertenencia a acá, ese mundo lejano pero viviéndolo, lleno de incertidumbres y obligaciones que no asumo ni quiero asumir, donde nadie realmente me importa y donde casi me creía un ente abstracto capaz de criticar(se), de estar pausado, ser autorreferencial, honesto conmigo mismo, quedar en nada cuando salen mis pensamientos de niño diciéndome que ahora soy un adulto... me domina una férrea decisión de no manipular el tiempo, de quedarme donde estoy, con la misma voluntad; hago porque hago y soy porque soy.
Cuando intento buscar a alguien en mis iguales, en mis compañeros de curso, de metro, de micro, de edad, de generación, de sociedad, de familia etc con esas mismas sensaciones de no sé qué onda, no la encuentro, pareciera que el ritmo alegre de la vida (moderna sconf) no tiene tiempo para detenerse en esto y menos de demostrarlo; a veces cuando lo encuentro quiero preguntarles qué nos pasa, porque pusiste esa mirada tan desorientada que da pena y dan ganas de compadecerte y decirte que también me siento así y que pareciera que esa sensación no llegará nunca a desaparecer en la vida... pero o no los conozco o sus respuestas no me satisfacen.
Pareciera que todos tienen un pasado, un pasado del cuál no sé nada pero todos parecen o aparentan saber, y que cuando les exprese o pregunte algo quedaré como un idiota, con vergüenza por sentir aquello por no saber nada de su pasado, o peor aún, de su presente. Es una responsabilidad que no puedo cumplir por incapacidad o paja social y que siento que debo tenerla, la necesito, pero no nace. No es como antes, que me gustaba estar en todas porque me interesaba intentar saber todo lo que pasaba... ahora es simplemente no ir y ni siquiera preguntar qué onda.
Siento que ya, a esta edad, tuve cabida en los tuve cabida alguna vez y ya nadie más, no queda nadie más que me abrace como los que me han abrazado de siempre o lo hicieron antes. Quizás por eso ese afán de mirar tanto atrás, es que tampoco la práctica ha dicho contrario.
A veces siento y estoy totalmente seguro que soy demasiado híbrido, que esta personalidad que llevo, no es como soy en realidad, quizás en verdad soy lo que leseo tanto ser, un enfermo mental que le sale bien hacerse el normal.
Y eso ha sido mi estado. Estado de feisbuc, mi nick personal, lo que no es malo, me hace ilusión sentirme adolescente quejica de nuevo, es bacán.